sábado, 28 de septiembre de 2013

Los huracanes y los libros

Hola de nuevo colegas. 

Antes que nada, espero y se encuentren de lo mejor. Me gustaría reproducir esto, ya que trata el tema actual que se está viviendo en muchos estados de la República. Tengo que aceptar que me atrajo, de inmediato, por la forma en que, Alejandro Zenker, se refiere a los libros; pero sobre todo, por que aborda un tema que, a mi consideración, es prioridad de todos los mexicanos. Es más, un tema que va muchísimo más allá de simples nacionalismos: hermandad como especie. Salgamos ya de este individualismo cancerígeno en que hemos caído, debemos de dejar de lado el típico pensar "es su problema". Lamentablemente, y hay que señalarlo, esta maquina capitalista nos obliga a ver, siempre, por nosotros mismos y, muchas de las veces, de manera inconsciente, inclusive llegamos a abandonar a nuestros congéneres cuando más nos necesitan. Sé que no es, propiamente, un artículo en materia de traducción, no obstante, creo que que viene al caso tomar en consideración lo que plantea aquí el autor. Espero y lo disfruten. (Por cierto, en esta ocasión, en especifico, no reproduciré nada, con respecto al trayecto profesional del autor, dado que ya lo he hecho en una entrada anterior). Dicho esto, no queda más que desear a todos que tengan un buen fin de semana.  

Saludos cordiales, 
Jorge Pérez Arteaga

Los huracanes y los libros

AZ 23 de septiembre 2013





















Alejandro Zenker

24 de septiembre, del 2013

En medio de la ola destructiva que hemos sufrido en estos días en México, el libro se encuentra entre los damnificados. Y con el libro, los lectores. Más de cuarenta mil escuelas sufrieron daños, muchas de ellas una destrucción total según datos oficiales preliminares. Podemos imaginar que, además de la tragedia inmediata que viven muchos en estos momentos en que cunde el hambre, la sed, y se deteriora la salud, habrá secuelas en muchos otros terrenos, como el educativo y cultural. ¡Cuántas bibliotecas públicas, cuántas bibliotecas escolares, cuántas bibliotecas de aula, cuántas bibliotecas personales no habrán sucumbido ante la lógica inexorable de la humedad! Si en México ya enfrentábamos una gran emergencia educativa desde hace muchos años, hoy ésta se hará más patente. En este momento sin duda lo urgente es dotar a la población de alimentos y medicinas, de atención médica, de techo y cobija. Pero pasada la emergencia, será impostergable trabajar con ahínco, denodadamente, por un cambio cultural y educativo en el país. No es posible que sigamos siendo el México de las mediocridades cuando tenemos tanto potencial. La ignorancia acarrea desgracias. Mucho de lo sucedido podría haberse evitado con ciencia, cultura y educación. Por lo pronto, lo que podemos hacer es organizar un gran movimiento de acopio de libros para volver a dotar de bibliotecas a los habitantes de las regiones afectadas. Porque pasada esta etapa de emergencia en la que el hambre y la sed dictan las prioridades, seguirá una en que el entendimiento buscará respuestas. Y éstas las encontrará quizás en los libros…

Alejandro Zenker

Tomado de: http://alejandrozenker.com/blog/2013/09/24/los-huracanes-y-los-libros/#more-1321

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